Esculpido a Masa y Cincel: Transformación Personal a Través del Coaching

¿Quién sos hoy? ¿Y quién querés ser mañana?

Hombres y mujeres somos como esculturas vivientes. Cada experiencia, cada caída, cada logro… nos va moldeando. Desde que nacemos, la vida comienza a cincelar nuestra identidad a través de la crianza, los valores, las tradiciones, los juicios y las creencias que absorbemos del entorno.

Pero, ¿y si te dijera que vos también podés tomar el cincel en tus manos?

Esculpiendo hombre mejor version

La vida nos moldea… pero también podemos esculpirnos

Muchas veces creemos que “ya somos así” y que no hay nada que podamos cambiar. Esa creencia limita. Nos cierra puertas. Nos deja varados en una versión de nosotros que tal vez ya no queremos habitar.

El crecimiento personal comienza cuando nos atrevemos a cambiar. Cuando decidimos desafiar esos moldes impuestos y comenzamos a construir una nueva versión de nosotros mismos. Esa que está alineada con lo que deseamos ser, sentir y vivir.

Moldearse no es fácil… pero sí posible

Cada golpe de la vida nos forma. Pero no todos los golpes dan la forma que queremos. ¿Por qué? Porque la interpretación que hacemos de lo que nos pasa influye directamente en el resultado. La fuerza del golpe, la dirección del cincel, el momento en que actuamos… todo cuenta.

Y ahí es donde el coaching ontológico se vuelve un aliado fundamental.

¿Cómo puede ayudarte un coach en tu transformación?

Un coach es como ese asistente de escultor que te ayuda a:

Ver con claridad la figura que querés formar.

Usar las herramientas correctas en el momento justo.

Cuestionar creencias que limitan.

Redirigir tu energía hacia lo que realmente querés lograr.

Acompañarte en un proceso que es tan profundo como desafiante.

El coaching no te dice cómo esculpirte. Te acompaña a descubrir cómo querés hacerlo vos, desde tu esencia.

Esculpirnos es un acto de amor propio

Cuidar nuestra escultura interna implica gestionar pensamientos, emociones, juicios, valores y acciones de forma coherente con nuestra visión ideal. No hay fórmulas mágicas. No hay verdades absolutas. Pero sí hay caminos. Y en esos caminos, pedir ayuda es un acto de valentía, no de debilidad.

> “Haz como el escultor que debe crear una estatua hermosa: quita, cincela, pule y limpia hasta que aparece el bello rostro de la estatua… no dejes de esculpir tu propia estatua hasta que brille en ti la claridad divina de la virtud.”
(Plotino)

Tomá el control de tu transformación

No estás solo. No hace falta que te moldees con los ojos vendados. Un coach puede ser ese faro que te oriente en los primeros pasos y te acompañe en el camino del autodescubrimiento.

Vos también podés sentirte orgulloso de la obra que estás creando: tu mejor versión.

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